Y se fue la Colombia...

O mejor dicho nosotros nos fuimos de colombia. Estuvimos al final, entre una cosa y otra, un mes. Llegamos el 24 de diciembre a Taganga, despues de un fatidico viaje a traves de venezuela. Estuvimos alli algunos dias disfrutando de sus playas y de la buena compania que encontramos en lo de Mr.Wilson. Siguiendo recomendaciones de otros viajeros nos fuimos unos dias a acampar al parque nacional tayrona que protege un espacio terrestre de selva cercano a la costa donde desde hace unos miles de años habita el pueblo tayrona. Alli, ademas de las increibles playas hay un sitio arqueologico en lo que fue una de las primeras ciudades que esa civilizacion construyo. Pueden observarse principalmente terrazas hechas con muros de piedras que eran utilizadas como cimientos de las construcciones algunas o espacios de cultivos otras. Las "calles" son todas de piedra, y lo mas impresionante es el camino de acceso a la ciudad. Kilometros de camino en medio de la selva recubiertos en piedra, con puentes monoliticos que atraviesan arrollos, escalones tallados, pasajes sobre grandes bloques y hasta una "portal" que obliga a pasar agachados entre dos grandes bloques.
Los tayrona, junto con otros pueblos de las tierras bajas del norte colombiano, fueron no solo grandes constructores sino tambien agricultores, ceramistas y orfebres. Algunos de sus trabajos pudimos verlos en el museo del oro de cartagena, por donde pasamos al regreso del parque, luego de volver a pasar por taganga. De lo poco que los españoles no se llevaron cuando saquearon estas tierras algunas piezas se exiben en distintos museos del oro en distintos puntos del pais. Alli puede verse no solo las distintas tecnicas de trabajo del metal, sino tambien otros aspectos de su cultura. Fue interesante ver el sistema de manejo de aguas que utilizaban en grandes areas inundables donde practicaban la agricultura. Fue triste ver, yendo de cartagena a medellin, como hoy esas tierras no vienen mas trabajadas y en vez de ser una de las riquezas de la region se han convertido en un problema para la gente que las habita, que habiendo perdido su cultura, ahora depende de la ayuda estatal y la caridad cada vez que el agua sube demasiado.
A diferencia de otros paises de america latina donde las poblaciones originarias tienen una presencia muy fuerte en colombia gran parte ha sido "integrado" o destruido, y lo poco que queda esta escondido y en muchos casos son comunidades cerradas las cuales no siempre aceptan visitas de extraños. En colombia es fuerte la infuencia del hombre blanco, fue punto de entrada de los españoles al continente durante mucho tiempo y es por eso probablemente que el nivel de mestizaje sea tan alto, aunque con diferencias, claro, segun la region. Antioquia, con su capital medellin, es sin lugar a dudas el centro "blanco" de colombia. Los antioqueños, o "paisas" como se los conoce, son conocidos en el resto del pais por creerse superiores a los demas. Viajando en autobus por el sur de colombia me decía un joven de rasgos indigenas que estudia informatica que cuando haya termiando sus estudios iria a probar suerte a cali o bogota; en medellin, a pesar de ser una ciudad pujante y con oportunidades, las puertas para uno que no es paisa no se abren. Son los paisas que acostumbran ir a civilizar el resto del pais y no al reves.
En todo el país la aristocracia se quiere blanca, tambien en el eje cafetero. Asi nos contaba Mar, quien nos hospedo en el quindio, la zona cafetera. Con su arte viajo por europa toda, pasando años antes de volver casi sin planearlo a crear la reserva natural que ahora tiene en boquia, cerca de salento. Alli pasamos casi una semana disfrutando del cobijo que nos dio la vegetacion y aprovechando para visitar la zona. Estuvimos en una finca cafetera viendo el proceso del cafe de la siembra a la taza, y hemos podido observar el impacto que tiene el cultivo del cafe sobre el ambiente. Mucho peor que su cultivo es hoy el problema de que en muchos casos por la baja del precio las tierras que fueron desboscadas para el cultivo del cafe hoy son dejadas como potreros para el pastoreo de ganado bovino; mas que eje cafetero nos parecio de visitar el eje vaquero de colombia. Esas grandes extensiones que no tienen hoy sombra se secan y calientan mucho mas rapido que aquellas cubiertas por el bosque originario provocando un cambio en el clima que ya no obedece mas a los viejos patrones establecidos de temporada seca y de lluvias. A pesar de todo, como siempre y en todos lados, hay quien le pone el pecho a las balas. Estuvimos visitando el proyecto agroecologico de la granja de mama lulu, donde una familia humilde opto reconvertir su finca cafetera para la autosuficiencia para evitar de emigrar a la ciudad, destino de muchos cafeteros que no han podido soportar las caidas de los precios.
Como ellos, nosotros tambien nos fuimos de la zona cafetera, siguiendo hacia arriba el cauce del rio cauca (uno de los principales del pais) hasta llegar casi a sus nacientes. Estuvimos casi una semana tambien en San Agustin, un poblado en las montañas sobre el rio magdalena (junto con el cauca el otro gran rio del país, que nace ahi cerquita y que tambien desemboca en el caribe). Esa zona ha sido habitada por gente que ha remontado estos grandes rios hasta sus nacientes hace ya mas de 2000 años. En su paso por esas tierras las culturas san agustinianas han dejado un asombroso recuerdo a traves de las estatuas y ornamentos de piedra y otros materiales en sus sitios funerarios. Entre camintas y visitas a sitios arqueologicos hemos compartido lindos momentos con nuestros vecinos, una pareja argentina-peruano, ella artesana y el malabarista, que estaban viajando con su arte. Ambos alquilabamos habitacion en casa de la señora Ortencia, que junto a marido, hijos y gallinas componen una particular familia. Nuestra habitacion, junto al gallinero, tenia la ventaja de ser una de las mas economicas en todo el pueblo, pero venia acompañada de amaneceres al alba (cuando canta el gallo, como se suele decir) y de un persistente olor a gallina, que de a ratos podia ser demasiado.
Por no querer volver hacia atras hacia Popayan (ciudad colonial agradable que ya habiamos visitado fugazmente) en nuestro camino hacia la frontera con ecuador, decidimos ir hacia mocoa, en la region "caliente" del putumayo. Caliente por dos motivos: uno es que se encuentra en las tierras bajas hacia la amazonia colombiana y por ende con temperaturas tropicales, pero sobre todo porque es en esas tierras que todavia anda dando vueltas parte de la guerrilla colombiana. Aparentemente la situacion ha mejorado en los ultimos dos o tres años y asi poco a poco van surgiendo hospedajes y operadores turisticos nuevos; pero al decir de algunos, esa tranquilidad es solo aparente y limitada a ciudades y ciertas rutas de interes particular para la extraccion de petroleo y ciertos minerales. Como sea hemos pasado un par de agradables dias en compañia de la familia que nos hospedo en su recientemente inaugurado (aunque aun no terminado) hostal, donde acampamos entre bananos y hormigas gigantes. Con la fortuna de nuestra parte la mañana que decidimos partir habian venido a visitar el lugar unos muchachos de una productora de tv que estaban haciendo la preproduccion de un programa de deportes extremos en distintos lugares de colombia. La casualidad quiso que ese mismo dia partieran en su camioneta hacia el mismo lugar donde ibamos nosotros y con lugar para llevarnos. Asi, llegamos a nuestra ultima etapa colombiana: Laguna La Cocha.

Este lugar, segun he leido, y lo creo luego de haberlo visitado, era de particular importancia para los pueblos originarios de la region y era considerado un fuerte centro energetico. Hoy dia todo el lago se encuentra rodeado de habitantes rurales que cultivan principalmente papa en tierras que van desde los 2800 metros hasta mas de 3000. El principal acceso al lago es a traves de un poblado a orillas de un canal, al que se lo compara (por sus puentes y con mucha fantasia) a Venecia. La actividad principal alli parece ser el turismo, viven unas ciento cincuenta familias y hay mas de cien lanchas que se dedican a llevar turistas a pasear por el lago. Caminando por el canal hacia la orilla del lago encontramos un motorhome con sus simpaticos habitantes: una pareja de artesanos italiana-peruano y un amigo musico mejicano que los acompañaba. Luego de charlar un rato decidimos saludar a nuestros compañeros de viaje que debian seguir hacia la ciudad de Pasto y nos pusimos a armar nuestra carpa para pasar nuestra ultima noche colombiana en ese hermoso lugar y con buena compañia. La mañana siguiente luego de hacer el recorrido turistico en lancha con nuestros nuevos compañieros, desarmamos todo y nos fuimos con ellos y su vehiculo hacia Pasto desde donde tomariamos un bus a la frontera. Asi, contentos por la belleza y variedad de lugares y personas conocidas dejamos colombia luego de un mes exacto, aunque si parecio mucho menos, pero sabiendo que debemos apurar el paso para poder cumplir los objetivos del viaje.