Antes de partir hacia nuestra aventura oceanica no solo le dimos una lavada por dentro a la barca, sino tambien por fuera. Es que algas y moluscos hacen dedo y se pegan al casco para viajar con nosotros al caribe. No es mala onda, pero sin ellos hay una diferencia de velocidad, y por ende de la cantidad de millas que podemos hacer por dia.
Asique fue cuestion de meterse el traje y ¡al agua pato!
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